08 agosto 2007

¿Quién dijo que los museos eran aburridos?

Esto a mí me supera. Imresionada, pero con cierta incredulidad, no me había pasado desde el día en que me dijeron que Michael Jackson era antes negro. Son de esas cosas que no puedes creer que sean verdad, que haya alguien en el mundo que haya reunido sus esfuerzos para hacer esto...

Os cuento la noticia. Resulta que Sigurdur Hjartarson, un antiguo profesor de Historia, ha inaugurado en Islandia un museo. Hasta ahí bien, todo correcto. El problema viene cuando una persona entra a ese museo y de pronto se encuentra rodeado de penes. Sí, porque este tío tiene un museo de penes de toda la fauna islandesa.
Todo esto viene desde hace tiempo, cuando un día a Sigurdur le regalaron los padres de uno de sus alumnos un pene de toro que utilizaban como látigo (nooo!! joder , ¿es que no hay látigos? uuuugh!).
Desde entonces, en vez de coleccionar cromos, chapas, canicas, como todo el mundo, se puso a reunir penes de animales como hobby, y cuando tuvo los suficientes, decidió exponer su colección al mundo: en total 38 ejemplares de ballenas, un ejemplar de oso polar, 19 ejemplares de focas y morsas y 93 ejemplares de 19 especies de mamíferos terrestres, y numerosas esculturas con forma fálica. Sólo le falta el humano, pero tranquilos, ya tiene donante.
Y si visitáis el museo, también podéis visitar la tienda de regalos, mirad la foto sacada del 20 minutos.




Pero quitando todo esto, me gusta imaginar a ese hombre pidiendo los penes de todos los bichos:

- Buenos días. Me han dicho que hay una ballena varada en esta playa, puedo verla? - Sí, por supuesto, ¿Por qué? - Es que... necesito su... su... su cosa... para hacer cremas para la cara... para...bueno, vale. ¡La quiero porque me gustan! ¡Me gustaaann!!!

En fin, que no es el único chalado que hay en Islandia porque por lo visto el museo tiene unas 5000 visitas al año... Quién sabe, a lo mejor es que merece la pena...

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