24 febrero 2008

Revolución gastronómica

Ya se protesta por todo. Absolutamente todo. Y el graffiti se ha convertido en una de las formas de quejarse más comunes. Pero aunque existan protestas por tonterías, siguen estando las cosas realmente serias. Pero serias, serias.


El "gaspacho" no es una sopa de tomate, y es hora de que el mundo lo sepa. Propongo otras formas de protesta para que quede claro:

  • ¡Manifestémonos!
  • Repartamos gazpacho en la puerta de las instituciones públicas.
  • Colemonos en un desfile vestidos de todas las verduras que lleva el gazpacho.
  • Mandemos un e-mail en cadena con la receta del gazpacho.
  • Hagamos una canción protesta que lleve como estribillo: "la sopa de tomate, tirémosla al váter".
  • Promovamos una asignatura nueva en la que se enseñen las propiedades del gazpacho en comparación con las de la sopa de tomate.
  • La culpa del cambio climático la tiene la sopa de tomate, nosotros lo sabemos, hagamos que la gente también lo sepa.
  • Tatuémonos un bol de gazpacho en la frente.

Y por último diría que llevaramos a otros países estas reivindicaciones, pero el graffiti a sido visto (por mi tita) en este edificio de Londres, así que no digo nada.


Pues eso, que no os dominen

Dreamer

1 comentarios:

Anónimo dijo...

En el próximo debate electoral (que ya me tienen hasta las narices y esto no ha hecho nada más que empezar), que pregunten a los candidatos cuál es la receta del auténtico Gazpacho.

Al que lo sepa, yo le doy mi voto.

Juan Solo