23 abril 2008

Gasolina y hombres metálicos



Atentos a las duras palabras de este titular:


Y prestad mas atención a la de la foto que le acompaña:



Quizá se trate de un señor que debido a los altos costes de la leche, el pan, y el carburante, tiene que recurrir a vender su vehículo para poder pagar su gasolina. Él se ha convertido a la fuerza en un pilar muy importante en su familia. Por las mañanas sube a sus hijos a su espalda y los lleva al colegio, a continuación reposta y se dispone a ejercer de taxista, su antigua profesión cuando disponía de vehiculo. Ha tenido que recurrir a llevar guantes y rodilleras por la dureza del asfalto, además de una silla de montar para la comodidad de sus clientes y un vergonzoso gorro con intermitentes homologado por la DGT para su mejor circulación.

Posee varias enfermedades sin contar con gastrointeritis permanente a causa de ingerir gasolína, lo cual le ha llevado a realizar una operación costosta en la que le implantarían piezas de un Lamborigini cobrándole una gran suma de dinero por las piezas y por la mano de obra. Debido a sus problemas económicos buscó otros médicos, concretamente a una clínica que se encontraba debajo de un Mc Donalds y que tenían la licencia escrita a mano en un papel de periódico. Estos usando los cubiertos de plástico de local de arriba como maerial quirúrgico y las bolsitas de kepchup para las transfusiones de sangre le implantaron fragmentos de mountain bike a cambio de todos sus órganos. También le extirparon una pierna y le pusieron una rueda de tractor, para poder librarse de esas incómodas rodilleras, usando la otra como un eficaz freno. Todo esto le sirvió de bien poco ya que continuó con la gastrointeritis permanente. Aunque el lo llamaba la "maldita cagalera infernal".

En la actualidad se le puede ver paseando a turistas en Japón, aunque también ha actuado en varias películas interpretando a un Ciborg malvado. Por las tardes da charlas y conferencias en la sede de las mountain bike. Ahora vive un gran momento debido a su popularidad en todo el mundo. Ha olvidado su mala época por las ingestas cantidades de gasolina que consumió. Sus médicos que hacían turno en el Mc Donalds están en la cárcel, no por las operaciones ilegales, que fueron todas un éxito, sino porque olvidaron pagar la luz y al encender una cerilla, provocaron fuego en todo el edificio. El juez los consideró culpables ya que la noche anterior discutieron con un empleado del Mc Donalds y uno de los médicos le gritó: "Mañana quemaré el puñetero edificio"

O quizá sea una pequeña broma del fotógrafo. Yo prefiero pensar que el hombre metálico ha existido y existe aunque sea en nuestros corazones.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que se va a disparar gasolina a presión en la sien. No sería mala opción: luego la cremación ahorraría combustible porque ya lo lleva él puesto.

Juan Solo

Haîmat dijo...

@juan: pues ahi te apoyo parece el tipico momento "no-quiero-vivir" tiro en la nuca y caput :S

mamarracho dijo...

Me mola cuando te enrollas y te montas estas películas jajaja
El tio de la foto la verdad que parece que se vaya a suicidar con un lingotazo de gasofa en la sien